viernes, 5 de abril de 2013

ÚLTIMO DÍA EN TOBED

Hoy nos hemos levantado casi nevando, el alto de los montes más alejados blanquea aún.  A partir de las 8.30 ya sólo llovía y hemos podido desayunar y acudir a los talleres con normalidad.

Del día de ayer os vamos a resumir que transcurrió pacíficamente hasta después de cenar. Comida celebradísima de pollo asado con patatas chips, ovaciones para el cocinero, en fin que nos aburrimos nada. La tarde fué pasando con nuevos talleres y obra de ingeniería a las horas de merienda y demás ratos libres. Mirad las fotos del dique que han construido entre todos en el río, parece mentira que les haya cundido tanto. Han movido verdaderos pedruscos hasta entre cinco niños, otros han caído rodando y los más pequeños las llevaban a puñados. Los más atrevidos se dedicaban a colocarlas con el pantalón arremangado hasta las rodillas y asegurando que sus zapatillas eran de gore-tex. Tienen infinitos argumentos. Hemos supervisado en todo momento la obra, así como los animales que surgían de debajo de las piedras, lo que no llegamos a ver fué una víbora Russell de la India que aseguran les miró con las pupilas dilatadas y que empezó siendo una cría y acabaron viendo a toda su familia.

Por la tarde nos tocó ducha otra vez, los chicos no lo tuvieron muy claro y hubo alguno que no quiso repetir porque total les iban a obligar a ducharse hoy. Como les prometiron una gran fiesta por la noche, todos y todas se esforzaron en ponerse limpios y relucientes y así lo hicieron. Después de cenar nos fuimos a los talleres y cantamos, bailamos, comimos y bebimos. Algún que otro juego, exhibiciones de break, borracheras inexplicables, daba gusto verlos.

La noche fué un seguir y no parar, jolgorio carreras por la casa, excursiones a ver a los chicos, a las chicas, carreras de sacos y también arrebatos de tristeza que suponemos por los nervios y el cansancio descargaron algunos.Se nos enfadó uno de cada habitación y entre todos pudimos ir suavizando las cosas hasta llegar a reir sin parar de nuevo. Por lo demás la noche no fué tan movida como esperábamos, las baterías ya van agotándose afortunadamente.

Tenemos todo listo para marcharnos después de comer. No os imagináis lo bien que se organizan los chicos cuando nosotros no les hacemos las cosas. En media hora tenían las maletas hechas y sin ningún objeto perdido. Increíble. Bueno, con los sacos hay que ayudarles un poco... ¿porqué harán las fundas tan pequeñas?

No nos da tiempo a contaros mucho más porque vamos a comer. Nos vemos en un ratito y hablamos.
Os damos las gracias por las muestras de apoyo y confianza y os felicitamos por lo buena gente que son vuestros niños. Si como dice Serrat  "a menudo los hijos se nos parecen" pues es que soys todos geniales.

Ala a disfrutar de ellos.
Hasta el año que viene. 




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